Anat Sejmet 2019

Mis queridos amigos, no se si compartirán esta conclusión, y están en absoluta libertad en estar desacuerdo, es más tampoco es para una toma radical de decisiones, o si, sino más bien para pesarlo. Mi conclusión es que las redes sociales son útiles para potenciar sentimientos negativos porque el odio a los hombres de paja vende. Es evidente y surge de la misma naturaleza humana el hecho de que sea lo malo, lo traumático, lo que marca los recuerdos. Por esto la generación de ofendidos se alimenta de las redes sociales que hacen de la ofensa el fenómeno más visible, además creemos encajar aveces en ideologías que no compartimos del todo, los packs ideológicos y muchos son llevados a la radicalización, por inercia y a lo borrego, y de haber algún neutral acaba siendo el lobo solitario perseguido, censurado y verbalmente abusado por todas las pandillitas hobbesianas que controlan la red.
Las redes sociales infantilizan, caes en moldes y de ahí en un retardo intelectual, se diluye la verdad y al final lo que digas a nadie importa y menos al negocio en si. 
Se pierde la empatía, el humano troll que es como un humano no humano, un amigo que no es amigo, y como derivado las redes sociales te hacen infeliz. 
Las redes sociales hacen la política imposible y destrozan cualquier sentido de comunidad, lo virtual sacrifica lo real. Ahora bien, nada sería más peligroso que el control de comportamiento de masas, posible gracias a los dos mil millones de adictos a la red buscando  permanentemente su dosis de dopamina como un yonki. 
Si quieren desarrollar la empatía (que por cierto no existe más allá del cariño salvo como forma de someterlos al más débil y fracasado de los seres) y calmar la adición, mejor darle un descanso al mundo virtual, y que los algoritmos no sean un sacrificio de lo real ya que realmente, no nos hacen falta nerdos súper dictadores 

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