Anat Sejmet 2017

Que difícil se torna aveces hacer entender que las relaciones de pareja cuando vienen está todo bien y cuando se van, si es ley de vida que se vayan, también. En el las relaciones humanas no se trata de "a rey muerto rey puesto" y que muchas veces que no haya nadie al rededor también te puede llenar de satisfacción y esta es quizás una de las máximas satisfacciones. Es lo más íntimo y maravilloso que existe poder está a solas con uno mismo, si no se consigue esto, va a ser muy difícil conseguirlo de otra persona. Cuando decimos el amor es egoísta lo decimos por qué ante todo es imprescindible amarse a uno mismo antes de poder decir que se ama a alguien, ¿Como podría quién no se ama decir que es capaz de amar? De ser así, ¿Que es lo que realmente está viendo en el otro? ¿Un salvavidas? ¿Una hipoteca? ¿O un bufón de palacio? 
En palabras de Ayn Rand "Cuando te dicen que ames a todo el mundo indiscriminadamente, que los ames independientemente de que tengan algún valor o alguna virtud, te están diciendo que no ames a nadie" por eso son muy importantes los momentos de paz y soledad ya que aveces impulsados por los instintos más que por la razón se nos hace difícil de conseguir la máxima intimidad o sea poder está a solas con uno mismo.
La soledad, cuando es voluntaria, es reencontrarse con nuestro verdadero primer amor, es poder rellenar tranquila todos los huecos que quedaron producto de los vaivenes emocionales nuevamente para poder resurgir, tener y encontrar ese amor propio en el otro.

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